El lavado de cabello es fundamental para mantenerlo saludable. Las altas temperaturas dañan la fibra del cabello y tienen impacto hasta en el resultado final del cabello. Y no solamente a la hora del secado, el agua de la ducha también afecta.
NUESTRO CONSEJO: Usa el agua más fría que puedas soportar. Si no puedes aguantar toda la ducha con ella, al menos da, literalmente, un baño de agua fría en el cabello al final del lavado.